Imagen tomada de Internet
Esta
mañana he destapado el frasquito de cristal que tengo en mi tocador. Es
muy especial por ser el regalo que, muchos años atrás, los gnomos del
bosque me dejaron en el día de Navidad. Está impregnado de un aura que
lo hace mágico y cuando lo abro desprende el aroma propio de la fecha
que marca el calendario.
En
estos días en los que ya se nota en el ambiente esa sensación que sólo
la Navidad sabe crear, me ha traído el olor a mantecados y roscos
horneados, a polvorones, a mazapán y a turrón recién cortado.
Me ha
traido el olor a matalahuva tostada, a azúcar moreno, a canela en rama;
a ralladura de naranja y de limón, a frutas confitadas y frutas en
almíbar con pera y melocotón.
Me ha traído aromas de licores y mistelas, de tantas
variedades y sabores como zumos de frutas y colores... Un
sin fin de olores que son sabores. Sabores que son texturas. Texturas
que se funden en el paladar embriagando a los sentidos en un derroche de
sensaciones singular.
Es tiempo para evocar los aromas que, en mi infancia, tenía la Navidad.
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Preciosa manera de sentir la Navidad, es cierto los aromas en estas fechas son especiales y con su sello de indentidad. Un fuerte abrazo Y felices fiestas.
ResponderEliminarQue bonito! si que se nota el ambiente navideño, aun con los tiempos que corren
ResponderEliminarSaludos
Todo un tesoro tu fresquito jeje. He disfrutado al leerte Mar😁 un fuerte abrazo
ResponderEliminarHermoso relato, lo he disfrutado y sentido. Felices fiestas, un abrazo.
ResponderEliminarPrecioso relato, porque el dulce sabor y aroma te ha invadido, y llegó hasta aquí.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz tarde
tuvimos la suerte de convivir mas de 8 siglos con la cultura musulmana, no sólo nos dejaron maravillosas joyas arquitectónicas, versos preciosos, aritmética
ResponderEliminar, tratados de agricultura si no una joya en lo referente a los dulces a partir de tres de los elementos que suelen estar siempre en sus dulces: la almendra, la miel y el agua de azahar. Luego el ingenio de generaciones fue derivando en la riqueza que en estas fechas disfrutamos Un abrazo
Destapar esos frascos es como destapar el baul de los recuerdos. Inmediatamente nos invaden olores, recuerdos y sabores de antaño.
ResponderEliminarDeliciosa tu entrada !
Besos.
Mi infancia está refleta de esos olores que son sabores y de sabores que son texturas. El tiempo de Navidad lo tengo asociado a esos olores y alo tran año vuelven a casa. Gracias por revivirlos. Gracias por participar. Feliz Navidad. Un beso
ResponderEliminarTu frasquito mágico me esta haciendo salivar lo indecible...cuanta belleza en un texto! Besos.
ResponderEliminarLos sabores y olores de la infancia se quedan muy marcados. Yo aún sigo comprando determinados dulces que me gustan desde mis primeras navidades...nos enamoramos de los mitos que recordamos. Besos
ResponderEliminarDicen que el olfato es el sentido que más evocaciones trae y yo creo que es así, por eso tu participación me parece de lo más realista sobre todo en esta época navideña.Besos
ResponderEliminarFelices fiestas y buen 2021!!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Mar! te recuerdo que esperamos tu propuesta para el próximo jueves!
ResponderEliminar=)