Imagen tomada de Internet
...Y no más había entrado Caperucita Roja en el bosque, siempre dentro del sendero, cuando se encontró con un lobo.
- Buenos días, Caperucita - dijo el lobo.
- Buenos días, lobo
- ¿Adonde vas tan temprano, Caperucita?
- A buscar setas alucinógenas -respondió
El lobo se quedó algo descolocado, pero aún así siguió preguntando
- ¿No llevas cesta? - añadió receloso.
- ¿Cesta? ¿Tengo yo pinta de llevar cesta, lobo? - rugió Caperucita plantándole cara al lobo.
- Eh... esto.. no... no.. -trastabilló el lobo muy sorprendido. Como vas a por setas pensé ¡que mejor que una cesta de mimbre para ponerlas!
El lobo rodeó a Caperucita, mirándola con cierta desconfianza, pero pensando como podía sacar provecho de la situación.
- Anda, ¡pero si llevas mochila! ¿Que hay dentro?
-¿De verdad quieres saber que hay? - respondió Caperucita echando a andar de nuevo
-¡Claro! -la interrumpió el lobo. ¿Quizás alguna exquisita vianda para tu abuelita, niña?
Caperucita empezando a hartarse de la insolencia del lobo, abrió la mochila y empezó a sacar sus pertenencias
- Mira, lobo, llevo un mechero
- ¿Un mechero? ¿Para qué? - dijo el lobo
- Para encender fuego. Tambien llevo una pipa, una bolsa de tabaco picado, un ...
- ¿Es que ahora también fumas, Caperucita? -interrumpió ahora jocoso el lobo
Caperucita, cada vez más irritada le espetó
- Mira lobo, a ti eso no te importa; aún así de diré que la pipa y el tabaco son para el guarda del bosque.
- Y para mí, ¿no tienes nada? ¿quizá me aguarda algún tierno bocado...? - respondió el lobo ahora más envalentonado
- Si, claro que si -dijo Caperucita, con la voz más persuasiva que fue capaz de entonar. A la vez que metía de nuevo la mano en la mochila dijo:
- Aquí lo tienes: ¡¡jarabe de palo!!
En décimas de segundo roció al lobo con el bote de spray de pimienta en la cara y éste salió corriendo despavorido sin saber muy que había pasado, con los ojos en carne viva y el orgullo por los suelos.