Mar
Abrió los ojos despacio y lo primero
que vio fue el rostro sereno de su hermana que lo estaba mirando. Le
sonrió y una chispa de alegría se encendió en su cara. Ella tomó
las manos de su querido hermano menor entre las suyas y se quedó en
silencio largo rato mientras sus recuerdos la devolvían al pasado...
a la tarde en la que era ella quien despertaba en una cama de
hospital.
Habían pasado veinticinco años desde
que a ella le diagnosticaran una grave enfermedad cuya única
solución era trasplantar el órgano dañado. Fue entonces cuando su
hermano no dudó en hacerse las pruebas de compatibilidad y de salir
positivas, ser el donante perfecto para su hermana. Y así se hizo.
Aquel episodio marcó un antes y un
después para ambos, pues los lazos entre ellos, ya fuertes de por
sí, se hicieron irrompibles. Y es que la generosidad sin límites de
la que una persona es capaz, solamente se ve superada por la
infinita gratitud de quien la recibe.
Mar
Aquí debo asentar lo que sucedió en el cielo en el decimotercer día de este año, el año que nos ha hecho penetrar en una nueva era tan gloriosa.
...
Sería una pérdida de tiempo relatar lo que sucedió después en la tierra. Todos saben muy bien lo que sucedió. Nadie olvida su propia buena suerte, de modo que no es posible que nadie olvide el estallido popular de alegría que siguió a la noticia de la muerte de Claudio, el hombre que hizo cierto el proverbio "o nacer emperador, o idiota".
Pero permítaseme que diga lo que sucedió en el cielo. Y si no me creen, ahí está mi informante para confirmarlo todo.
Primero llegó a Júpiter un mensaje en el sentido de que había alguien en la puerta, un hombre de elevada estatura y cabellos blancos. Parecía estar pronunciando alguna amenaza porque meneaba continuamente la cabeza; y porque cuando caminaba arrastraba el pie derecho. Se le preguntó su nacionalidad y respondió de una manera confusa y nerviosa, y su lenguaje no pudo ser identificado; no era griego, ni latín, ni idioma alguno conocido. Júpiter le pidió a Hércules, que en una ocasión había viajado por toda la tierra, y que por tanto debía conocer todas las naciones de la misma, que fuera a averiguar de dónde venía el desconocido. Hércules fue, y si bien nunca se ha sentido amedrentado por todos los monstruos del mundo, recibió una buena conmoción ante el espectáculo de su ronca voz inarticulada, que no se parecía a la de ningún animal terrestre conocido, sino que más bien sugería la de algún extraño animal marino. Hércules pensó que tendría que tendría que realizar su Decimotercer Trabajo, pero miró más de cerca y decidió que se trataba de cierto tipo de hombre.
La calabacificación de Claudio. Satira en prosa y verso.
Por Lucio Eneo Séneca.
(Párrafo extraido de Claudio el Dios y su esposa Mesalina. Robert Graves).
Mar
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Llevan esperando casi cuatro años la
noche en la que entrarán a escena. Unos ya tienen tablas y otros son
debutantes en la conocida obra de teatro que van a representar; pero
todos, llevan su papel muy bien aprendido, pues no quieren
decepcionar al respetable.
El atrezzo, nada excepcional, esas
prendas que los modernos denominan casual wear (en esta obra los
trajes a medida no son “politicamente correctos”) y una simple
máscara de corderito, perfecta para la apariencia que quieren dar.
A media noche, las campanadas marcarán
el pistoletazo de salida: se inicia la campaña electoral... Y
haciendo uso del argot usual entre actores, les deseo mucha mierda a
todos los que en ella van a participar.
Mar
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Desde el mismo instante en que te vi,
sentí que poca o ninguna verdad había en ti. Eras una persona, en
apariencia, simpática, despierta y con la gran virtud de la
modestia. Pero algo en mi me decía que todas esas cualidades podían
no ser ciertas y quedarse en una simple fachada. Aún así, no te
juzgué por las impresiones que reportan las primeras veces y te
ofrecí mi amistad.
El tiempo, que siempre pone las cosas
en su lugar, me dió la razón: no eras ni eres quien pretendías y
sigues pretendiendo ser. Poco a poco fuiste desenmascarándote, quizá
porque sin darte cuenta, la esencia lo que eres fué evidente o quizá
porque subestimaste mi capacidad de ver infinitamente más allá que
tú.
Desde el dia que te conté toda tu
verdad me rehuyes porque sabes que descubrí tus mentiras, tu
hipocresía y tu falsedad. Lo único que lamento es haber perdido mi
precioso tiempo con una mediocre como tú que no sabe lo que
significa la palabra amistad.