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Las vacaciones escolares (no de profesorado), cada año se retrasan unos días más. El 25 de junio es el último día de clase en Andalucía, y el 26 entrega de notas. Va siendo hora de que los profesores dejen solos a alumnos y de que los alumnos los dejen solos a ellos. Creo que el agradecimiento va a ser mutuo ;-)
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Como todos los años, y con el
Solsticio de Verano, los rayos del sol ascienden con lentitud y penetran
tímidos por un ventanuco hasta proyectarse, como símbolo de pureza y
vigor, sobre el agua del mikveh o baño ritual.
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I D I O C R A C I A
El diccionario de la Real Academia Española tiene dos entradas
para definir la palabra democracia. La primera es: doctrina
política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno.
La segunda, predominio del pueblo en el gobierno político de un
Estado.
Cierto es que el pueblo interviene en
el gobierno político de un estado. Cada cuatro años, en este país
en el que nos ha tocado vivir, es preceptivo elegir a nuestros
representantes políticos mediante sufragio universal. Hay otras
formas de que el pueblo participe en el gobierno, como es elevar un
número suficiente de firmas al Parlamento para pedir cambios en
leyes vigentes; reivindicar derechos a través de manifestaciones
autorizadas y pacíficas, por ejemplo.
De los tres medios que he citado,
solamente el primero es el que interesa al político porque es el que
lo lleva al poder. Una vez encumbrado en él, se olvida de quienes lo
han puesto ahí; de tal manera que si alguna vez hay manifestaciones
en la calle en contra de sus directrices de gobierno, no duda un
instante en callar esas voces que se levantan y disolver la
concentración mediante cargas policiales como día sí y día
también nos muestran los medios de comunicación y las redes
sociales. Cuando llegan al Parlamento las firmas pertinentes como
para que produzca el cambio que se pide, sencillamente se las pasan
por el arco del triunfo.
Nos toman por idiotas, bajando de su
Olimpo particular cada cuatro años en el periodo de campaña
electoral, cuando entonces (para ellos) el pueblo es lo más
importante; pero pasadas las elecciones, lo único que luce es su
propio interés a costa de pisotear a quienes le dieron su voto. Así
que, con permiso de la Real Academia Española, me voy a tomar la
libertad de inventar una palabra nueva para definir el escenario donde vivimos y que,
desgraciadamente nos resulta bastante familiar: IDIOCRACIA.
NOTA: Idiocracia es una película del año
2006, que si aún no habeis visto, os la recomiendo
encarecidamente, pues recoge algunos aspectos muy interesantes sobre
lo que la vida puede llegar a ser en idio/demo-cracia.