Mar
 




Echa un último vistazo al dormitorio para comprobar que todo queda en orden. La ropa recogida, cama hecha, el libro de cabecera en su lugar... todo está en su lugar como a él le gusta. Un poco triste, cierra la puerta. Sabe que tardará en volver.



De mala gana se pone la gabardina marrón y abre el paraguas camino hacia el trabajo. Le espera un aciago día entre informes, balances, llamadas de proveedores reclamándole pagos, órdenes de su jefe que cumplir a rajatabla y un sin fin de pequeñas cosas que surgirán sobre la marcha para complicarle aún más la jornada. Son ocho horas de trabajo las que tiene por delante y, dado el ánimo con el que las encara, cada minuto y cada hora que pase se le hará interminable.



Es por eso que cada mañana, al arreglar el dormitorio, siente que la obligación (¡que tirano es el trabajo!) lo saca de la tibieza acogedora del hogar y que cuando para cuando vuelva por la noche a retomar el camino de la cama (buen camino ese...), para él, habrá pasado toda una eternidad.


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25 comentarios:

  1. Muy buena idea el trozo de camino que nos has mostrado, el día a día

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  2. La rutina es el peor de los caminos.
    Bss.

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  3. Si, hay veces que lo único que deseas nada más levantarte, es que llegue la noche para volver a acostarte.

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  4. Ya vesssss...y si tienes que liarte con una AULA VIRTUAL, a ver qué pones para que esté completita, ya es el demasié, jajajaja...

    Un beso

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  5. Hay vidas que no lo son. La rutina a veces mata!

    Te dejo un beso y se feliz!

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  6. Qué suerte tenemos los que encontramos la felicidad en el trabajo.

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  7. La rutina y el cansancio de un trabajo que no deja respirar, mata cualquier atisbo de sorpresa...Lo diario se vuelve tedioso y llegar a la cama es la salvación.
    Besos guapa.

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  8. jajaja la felicidad del camino a la cama es la que yo estoy sintiendo ahora que ya he terminado de leer los relatos. Me encantó. Un beso que me voy camino de la cama.

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  9. Debe de ser muy duro soportar un trabajo diario cuando este es rutinario y no te aporta gran cosa. Digo debe de ser, porque yo no he sentido nunca esa frustración. Me apasionaba mi trabajo y, aunque era exigente y siempre me tenía al filo del stress, me satisfacía plenamente.
    Magníficamente bien descrito ese camino hacia la rutinaria y diaria obligación.
    Un abrazo.

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  10. Cansa de por sí el imaginarlo. La rutina desgasta, el ánimo, la vida, las expectativas.
    Lo has transmitido con toda la veracidad que puede tener, duro y real para quienes lo padecen.
    Besos!
    Gaby*

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  11. Y parece estar claro que no le gusta el trabajo, que es solo el que le tocó hacer.

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  12. un camino ineludible crudamente descripto. Hay casos en que se trabaja sin ganas. Es triste.

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  13. El camino diario al trabajo es una losa que pesa ocho horas anuladas, trabajar para comer es inevitable pero frecuentemente es una condena, lástima, queda regresar cada día, camino de vuelta, un respiro.
    Muy acertada reflexión en tu relato sobre la rutina, lo he andado en tus letras precisas e intensas. Besito.

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  14. Por muy a gusto que se haga el trabajo,yo me considero un afortunado por ello, hay que dejarlo en el paragüero cuando se llega al hogar. Cada cosa en su sitio :)


    Bss

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  15. EL camino de la rutina. Lo importante es que al menos tiene trabajo, eso si. Un beso.

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  16. Coincido con tu protagonista. La cama es el reducto en que vivimos los sueños, lejos de trabajos alienantes. Y ahora, con fresquito, más aún.
    Besos, Mar. Gracias por participar.

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  17. Lo bueno de recorrer ese camino (aunque cueste arrancar para hacerlo) es que sabes que te espera una bienvenida.
    Un beso.

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  18. Durante un tiempo me ha pasado que, mientras hacía la cama por la mañana, sólo pensaba en el momento de volverla a abrir...
    Así que comprendo perfectamente a este caminante.

    Abrazos

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  19. Me ha gustado esta forma de narrar ese camino, del día a día...
    Nada mejor que sentir esa agradable sensación de decir - "estoy en casa"-
    Un abrazo de mar :)

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  20. Lo peor de la vida es aceptar la rutina como única forma de vivirla.
    Cuántas veces repetimos las mismas situaciones día tras día, menos mal que de vez en cuando algo nos sacude y despertamos de ese letargo.

    Besos

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  21. A ver... a mi me gusta mi trabajo de madre, esposa y ama de casa amantisima, pero....reivindico que sea solo por ocho horas como el resto de trabajos ¿ o no?
    Un besazo

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  22. Me reconozco en ese momento donde se hace la noche y la cama representa la calma y el reposo del guerrero y uno desea que sea esa la eternidad...
    (Por suerte no siempre es así, la vida también tiene buenos momentos "de pie")
    Muy bien retratado tu personaje y su viaje.

    Besos...

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  23. Ese camino que nos resulta tan conocido y esos días que se hacen eternos... si, si me suena...
    Original tu camino y muy cercano
    Besos!!

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  24. Un viaje espinoso que lamentablemente muchas personas echan en falta. Muy buena idea, no se me habría ocurrido ese quehacer diario como un duro viaje, pero es cierto que para ciertas personas, su actividad diaria es un padecimiento.

    un abrazo, escritora :)

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Gracias por pasar :)