Cogió el único folio en sepia que
quedaba en el cajón. Para escribir la carta que él quería, con uno
era más que suficiente. Hilvanaba una y otra vez las palabras en su
cabeza, antes de atreverse a plasmarlas sobre el papel; no quería
que ninguna ocupara el lugar de otra y tener que echar algún
borrón. La persona a la que iba dirigida la misiva, de ninguna
manera merecía tal desatención.
Quería contarle como era la vida en
los últimos tiempos, como arrancaba la rutina del día a día con
cada amanecer; como aparentemente todo seguía igual y como en su
interior todo era radicalmente diferente.
Quería contarle que sus sonrisas no
conseguían disfrazar la tristeza que le llenaba el alma.
Quería contarle que, a duras penas, se
tragaba el llanto que lo embargaba; que el dique de sus ojos no
aguantaría mucho más el paño de lágrimas que enturbiaba su
mirada.
Quería contarle que a pesar de estar
rodeado de gente, se sentía en la más absoluta soledad; que desde
que ella se marchó, lo único que quedó a su alrededor era vacío,
amargura, desolación...
Quería contarle todos esos sentimiento
que se agolpaban en su pecho, pujando por salir al exterior; pero ni
los sentimientos encontraban el camino, ni él encontraba las
palabras que describieran su desazón.
Dejó la pluma en el escritorio,
enrolló el papel en blanco y lo ató con una cinta roja. De la
estantería cogió una botella en color azul, que hace años, alguien
le regaló. Guardó dentro de ella la carta que no escribió, no
porque le faltaran contenidos, sino porque le sobraba dolor. Quizá
algún día retomara lo que aquella noche dejó, quizá no; quizá
lanzara la botella al pozo de su agonía, quizá no.
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Es difícil encontrar las palabras cuando es tanta la agonía, quedan escasas de contenido. Es un relato muy triste pero alguna esperanza parece que nos dejas entrever con el final elegido.
ResponderEliminarUn beso.
Leonor
Quería y le costó, no cabe en esa botella azul tanto sentimiento y no merece ser arrojado al pozo del olvido, habrá que esperar que se calme la marea.
ResponderEliminarLa vida da vaivenes y acumula pósitos, naufraga pero a mano el salvavidas del amanecer nuevo, darle tiempo a la botella y al ánimo.
Un estar con una misma y las lágrimas impiden leer el mensaje que brota interno. Besito.
¡Muy bueno, sí señora! Nunca se me había ocurrido, pero sería una buena idea lanzar una botella al mar con un papel en blanco... la petición de socorro del náufrago más desesperado del mundo.
ResponderEliminarBss
El papel blanco dentro de la botella y el dolor, íntegro, dentro del alma...
ResponderEliminarDebería de haberlo descrito, acaso se le aclarase un algo.
Besos
Las cartas hay que escribirlas. Los papeles en blanco no sirven para nada. Finalmente, nada que no se haya dicho servirá para nada. Hay que tener valor para vivir, y para sonreír.
ResponderEliminarUn beso
Creo que esa página en blanco era decisiva para entender el sinsabor que le producía aquel vacío, sobraban las palabras, había más dolor del que necesitaba para vivir.
ResponderEliminarSiempre es muy agradable leerte, M.
un fuerte abrazo
Creo que si la hubiera echado, aún con dolor, se habría sentido mejor.
ResponderEliminarEl mismo ahogo de su tristeza no le dejaba escribir.
ResponderEliminarPobre hombre tan solo en un mundo de tantos indiferentes.
Un abrazo.
Aishhh...
ResponderEliminarTal vez no se puede escribir cuando se siente así de intenso. Se agolpan tanto los sentimientos que hacen un tapón y no salen...
Pero ves? van fluyendo palabras, así como oleajes a temporadas.
Quizás este tiempo de sol y colorines, termine por hacernos arrancar no crees?
Venga, un besazo enorme ;D
Conmovedor...para comunicar un gran dolor a veces no hacen falta palabras, no se las encuentra adecuadas...
ResponderEliminarun abrazo
Pienso que vivir en la duda es doloroso y no lo merecemos; A veces hay que atreverse aunque el resultado no sea el esperado, pues al menos habremos salido al fin de esa prisión, de esa incertidumbre. Sufrir por no saber qué habría pasado si lo intentásemos, es una falta de respeto hacia sí mismo. Debemos darnos la oportunidad de solucionar las cosas.
ResponderEliminarCuando los sentimientos son muy fuertes y profundos, transformarlos en palabras puede resultar una tarea muy difícil, aunque liberadora,según mi experiencia. Me gustó mucho. Besote
ResponderEliminarEl dolor, es mezquino. Da sufrimiento y nos impide describirlo tal cual se siente y clama por dentro.
ResponderEliminarSeguro que el día que aplaque, tampoco tendrá sentido llenar la hoja con palabras. Creo que el silencio, ha ocupado en el papel, mucho más de lo que hubiera escrito.
Muy buen relato!
Besos y buen fin de semana!
Gaby*
Ese papel blanco tambien hablaba. En muchas ocasiones el contar lo que se siente cuesta, hay que darle tiempo, pero pienso ,que las cosas hay que contarlas para que no se enquisten y lleguen a pudrirse dentro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Da mucha, mucha, mucha pena.
ResponderEliminarBesos.
Todo un mensaje no escrito...
ResponderEliminarCuánto dolor bien documentado, en tu mensaje lanzado a este manr.
Un fuerte abrazo.
Si la botella es azul, el mensaje se escribirá solo.
ResponderEliminarNo crees que una hoja en blanco puede ser la metáfora del silencio?? O por lo menos una parte, en este sentido veo yo tu relato. Y a veces nos llenamos de silencio como esa botella que se lanzará o tal vez no.
ResponderEliminarLa tristeza hay que agotarla o dejar que tiempo la agote.
Un abrazo grande, guapa.
Ep, disculpa pero ando to estresao repartiendo la nueva direcc de la taberna. La he exportado a un blog más antiguo porque ya es la tercera vez que me salta un aviso de "algo malicioso".
ResponderEliminarla nueva direcc es esta:
http://valafson.blogspot.com.es/
Un beso y me voy echando leches
Un relato triste que denota una angustia profunda que se debe sacar, ojalá pueda escribir ese mensaje para aliviar el dolor.
ResponderEliminarHermoso y llega a quien lo lee.
Un beso.
Es bueno plasmar los sentimientos sobre un papel; aunque no nos salga como nosotros queremos, y esa botella, quizás algún día la lanzará y alguien la recojerá en la otra orilla, nunca se sabe
ResponderEliminarUn abrazo
Un papel en blanco escrito en tinta invisible... solo él sabe todo lo que contiene esa botella, y tal vez no quiera desprenderse de ese gran dolor...
ResponderEliminarBesos
Mucho sentimiento retenido y escondido en una botella vacía.
ResponderEliminarAlgún día, una hoja de papel manchada de deseos hablará por ella... algún día
besos
¡Al fin! Todo era tan sencillo como que en mi PC en lugar del texto me salía solo el fondo amarillo. Una razón más para jubilarlo.
ResponderEliminarLeo una buena descripción de unos sentimientos, una necesidad de expresarlos y aclararlos que se queda en tentativa. Esta vez ...
Besos.
Tal vez sea cierto que el dolor a veces no se puede describir ni contar, tanta es su intensidad, pero también es cierto que intentarlo ayuda a mitigar la presión insoportable que acarrea. Creo honestamente que la hoja no debió quedar en blanco. No es saludable dejar los demonios encerrados.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ese papel en blanco que no pudo escribir quizás para no sentir más su pena . El meter el blanco papel en la botella es un gesto de encerrar el dolor y alejar su recuerdo....
ResponderEliminarUn cálido abrazo
Ese papel en blanco que no pudo escribir quizás para no sentir más su pena . El meter el blanco papel en la botella es un gesto de encerrar el dolor y alejar su recuerdo....
ResponderEliminarUn cálido abrazo
Hola, Mar.
ResponderEliminarEl dolor tiene un tiempo y hasta que no se llora del todo, no se puede seguir...
Un abrazo muy grande.