Imagen tomada de Intenet
Ariadna en el laberinto.
Una vez más me encuentro en ese laberinto al que tanto temo porque me es muy difícil salir de él: el laberinto del caos. No encuentro el extremo del hilo que me ayude a deshacer el camino. Lo he perdido... no se en qué momento. Solo se que me hace falta y no está donde lo dejé: anudado a la trabilla de mi pantalón.
Ahora temo que el Minotauro salga a mi encuentro y yo no esté preparada para hacerle frente y me arrastre con él a esos inframundos de desolación que tu inesperada ausencia me dejó. Por eso corro sin sentido alguno entre las paredes del laberinto; igual giro hacia u lado, igual giro hacia otro totalmente opuesto. Lo único que intento es no escuchar los lejanos y espeluznantes bramidos del Minotauro que, en breve, puede acercarse peligrosamente a mi.
Teseo está fuera, esperando que a mi regreso, mi desorden y mis miedos queden atrapados aquí dentro. No se si lo conseguiré yo sola y, sin embargo, soy plenamente consciente que de nadie más que de mi, depende. Así que cierro los ojos en busca de serenidad y en la inmensidad de la oscuridad vislumbro el brillo dorado del hilo que he perdido... Un viento suave me trae tu voz que en un susurro me dice:
- Aquí tienes tu hilo. Cógelo.
Siento el tacto fresco de tu mano inmaculada sobre la mía entregándome tan valioso regalo. Yo, me apresuro a abrir los ojos para verte una vez más, pero ya te has marchado.
Más relatos en casa de Mag.
Este jueves la imaginación y fantasía esta a flor de piel ..tu relato es mágico y con ese laberinto hasta un poco angustioso querer salir y no ver por donde ..pero siempre hay una mano amiga que nos lleva hacia la salida . Muy bonito Mar me ha gustado mucho .
ResponderEliminarUn abrazo y feliz resto de semana.
Muy interesante tu aportación y además le veo que puede tener una doble lectura, la de la historia en sí y la historia al viaje interior.
ResponderEliminarUn abrazo
Otra forma de viajar: hacia el interior de uno mismo. Siempre llevsmos una, Ariadne dentro que nos facilita el hilo conductor. Eso, si nos concentramos y escuchamos nuestra voz interior.
ResponderEliminarUn beso, Mar
Muy bueno, con el minotauro, sí señora, un viaje por la inquietud y los destinos imprecisos e imprevisibles.
ResponderEliminarMe ha encantado. Un abrazo y feliz viernes
Cuando Ariadne se despertó, Teseo ya no estaba allí.
ResponderEliminarMenos mal que le quedaba un as en la manga y vaya as, el dios Dionisos.
Besos.
Qué belleza de texto! Sencillo, fantástico, simbólico, emotivo... hermoso! Un placer leerte... Me encantó además la imagen que tan bien lo acompaña. Un abrazo 😁😚
ResponderEliminarEl viaje más importante por hacer, al centro de nosotros mismos.
ResponderEliminarEspléndido e imaginativo aporte, felicitaciones.
Besos.
Es de una increíble belleza a pesar de que en principio es angustioso. Me ha encantado, besos.
ResponderEliminarUn viaje a través de los Mitos griegos tan peligrosos .
ResponderEliminarPero lleno de dioses y semi diosses. Con terribles secuelas en sus amores.
Feliz vuelta signorina
Beso
S
Suelta el hilo, echa miguitas de pan para saber el camino de regreso.¿Que se las comen los pájaros? Pues síguelos en su vuelo.
ResponderEliminarbss
Ariadna, Teseo, el Minotauro... Un viaje precioso a las leyendas y a la historia, Mar.
ResponderEliminarUn besazo
Ariadna, amante de Diosnisio, sabía que lo había visto alguna vez. Espero no celes a mónica.
ResponderEliminarJajajaja
https://elcorreoweb.es/aladar/dionisio-y-ariadna-la-extrana-pareja-JC4235209