Amanece la mañana vestida de gris, gris plomo.
Amanece la mañana engalanada de gris, gris plata.
Amanece la mañana cubierta por un vaporoso manto de niebla blanca, tan densa, que me pesan hasta las pestañas.
Es indiferente como despunte el día porque después lo grises se irán a azul y la niebla se levantará. Verás mis ojos sonreir bajo los tímidos rayos de sol, y, si me conoces, adivinarás que mis penas quedan ocultas en mi corazón.
Suele suceder...
ResponderEliminarEs poético, como descritivamente preciso, como son algunas mañanas. Algo que puede no ser relevante, por lo que también describen tus palabras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sucede, guardamos las penas en el corazón, como cosas íntimas en las que no nos pueden ayudar. Porque la niebla se disipe.
ResponderEliminarUn abrazo
Una sonrisa es capaz de hacer que las mañanas clareen, el sol nazca y las penas se olviden.
ResponderEliminarTodas las previsiones fallan cuando en los mapas del tiempo imperan las sonrisas.
Poético texto.
Besos.
Mañana gris que pasara y entonces la sonrisa florecerá en tus ojos...... Que bello. Saludos. Feliz Año.
ResponderEliminar