Mar
 Imagen original de gettyimages (www.gettyimages.es)
(Retocada por mi)

Gumersindo va camino del mercado. Le gusta ir temprano cuando aún los clientes están por llegar y el género está recién colocado en los puestos. Se ha acicalado como acostumbra: pelo repeinado hacia atrás con una mano de brillantina que daría para lubricar los goznes de cien puertas, traje azul marino de raya diplomática con el consabido lamparón en la solapa, reloj de bolsillo sujeto con una cadenita dorada de latón y un tufo a Varón Dandy que tira para atrás.

En cuanto cruza el umbral de la puerta principal, se lía un revuelo en los puestos próximos. Los dependientes, divertidos, cunden la voz:

-Ya está aquí. Sálvese quien pueda -ríen por lo bajo.

Y es que Gumer es muy particular en eso de hacer la compra: austero hasta decir basta, más agarrado que un chotis y quisquilloso como él solo.

- Buenos días, doña Paquita- saluda a la pescadera.
- Buenos días, ¿qué va a ser hoy, Gumer? - responde doña Paquita con la confianza que dan los años viendo a Gumer cada día que abre el mercado.

- Hoy tengo una invitada para almorzar... Ya sabe usted, una amiga de la juventud que tantos años después nos hemos vuelto a encontrar.

- Hummm, que picarón de te veo, Gumer - bromea doña Paquita- Entonces hoy el almuerzo es especial...

-Sí, sí, claro. Me vas a poner dos raspas de sardina y una docena de bigotes de gamba, para hacer un caldito. A los filetes de las dos sardinas le quitas las escamas que los voy a hacer a la plancha con un poquito perejil. Por cierto, ponme unas ramitas que no me queda en casa.  

-¡Faltaría más, Gumer! Para clientes como tú el perejil es regalo de la casa. ¿Algo más? -le dice doña Paquita a la vez que piensa que si el perejil no fuera gratis, no lo pediría ni muerto.

- No, nada más. Ya llevo para primer y segundo plato. Ahora voy a la frutería a por el postre. Como es tiempo de cerezas, llevaré unas pocas.

-Sí. Las de hoy se ven estupendas, creo que para acompañar el menú que has pensado, con una tendrás suficiente- le responde muerta de risa doña Paquita.

- ¡Ay, que sentido del humor tiene usted! ¡¡jajaja!!. Cualquiera diría que soy un tacaño, y no es eso. Todo el mundo sabe lo bueno que es llevar una dieta frugal - responde Gumer entre risas.

- Desde luego que sí, Gumer... ¡y tan frugal! Verás lo impresionada que queda tu invitada... Que tengas un buen día - lo despide la pescadera

Con el paquetito de pescado en la mano, se marcha a la frutería.



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19 comentarios:

  1. Una escena que recorre este pais de arriba abajo y una imagen que gracias a ti me lleva a otras tantas del mercado de mi pueblo...

    Quiero darte las gracias por todo el trabajo que te estás dando; te admiro porque yo no sabría hacerlo.

    Un beso

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    1. Gracias. Sí que sabrías hacerlos, Te pones a ello y listo.

      Bss.

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  2. Muy bueno tu relato, muy gráfico.
    Ese Gumersindo es todo un personaje,
    hasta aquí me llega el tufo de su colonia barata jajajaja.
    No es un nombre común, te cuento que tengo un relato breve
    con un Gumersindo que se encuentra con una amiga, programado
    para el 10 de Julio. ¿Coincidencias? ¿O Gumer está jugando con nosotras?

    Besos, Mar y gracias por liderar este encuentro con una propuesta temática tan colorida como atractiva.

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    1. Gracias, Myriam. Gumer es un personaje casposo donde los haya :D y me da que un poco travieso jugando con el azar bloguero.

      Leeré a tu Gumersindo en julio.

      Bss.

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  3. Pues si que era tacaño este Gumer, pobre invitada, se quedaría con una gana.
    Muy divertido tu relato.
    Un abrazo

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    1. La invitada salió del almuerzo con más apetito que cuando llegó :)

      Bss.

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  4. Vaya con Gumer: le da un bocado a un cañamón y deja para la simiente.
    Besos.

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  5. Jajajajaja qué esplendidez la de Gumer...!

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    1. Ya te digo, de la cofradía del puño cerrado sin soltar prenda :)

      Bss.

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  6. Jeje, tacaño y pintoresco, has descripto muy bien el personaje. Y la pescadera, cada quien puede hacerse la imagen segun sea su imaginación. Un placer leerte, Mar. Un abrazo

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    1. Mónica, la pescadera una santa, por aguantar las extravagancias de Gumer y por aguantarse la risa :D

      Bss.

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  7. Que esplendido este Gumersindo!!! Aun es capaz de sacar carne de las raspas. Muy bueno, besos.

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    1. Muy espléndido. Habría que probar ese caldito que dijo iba a hacer :S

      Bss.

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  8. Me imagino que las raspas son las sobras! son buenas para un caldo pero saben a poco! jajaja! que personaje tan pintoresco! no se para que se toma el trabajo de ir tan temprano!
    Muy divertido tu aporte amable anfiotriona!
    Por cierto, te deje mi enlace en el ultimo post para poder participar. Me enlazas?

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    1. Las raspas son de las dos sardinas a las que doña Paquita le ha sacado los filetes :)
      Yo también me pregunto para que tanto madrugar, total para la compra que hace jajaja!

      Bss.

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  9. Jaaa, que buen relato y divertido además ..me encanto , muchas gracias por tener tanto sentido del humor ..Abrazos y muchos besos .

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  10. Gracias a ti Campi por entenderlo así. Yo también me divierto escribiendo sobre Gumer. Espero más historias de este personaje que nos hagan reír.
    Bss.

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Gracias por pasar :)