Inocencia tiene mucha maña para la fotografía. Cualquier motivo es bueno para, cámara en ristre, lanzarse a captar e inmortalizar un instante que al punto de suceder, pasa a ser recuerdo.
Hace unos meses, un sábado nada más lavantarse puso la batería de la cámara a cargar, despertó a sus hijas y les anunció que despues de desayunar les haría un reportaje. Las niñas, sumisas, se apresuraron hacia la cocina, dieron buena cuenta del desayuno y enseguida estuvieron listas para obeceder a su madre.
Inocencia, muy amorosamente las maquilló. Les puso unos uniformes de colegiala con falditas tableadas demasiado cortas y tops tan ceñidos que les marcaban descaradamaente unos pechos que ya empezaban a despuntar. Despues las llevó al dormitorio principal y empezó a darles órdenes mientras habilmente disparaba la cámara.
- A ver... unas sonrisas! Bailar un poco para mi de la forma que os he enseñado... ¡Eso es! ¡Muy bien! Ahora subid a la cama, acercaos...
Inocencia estuvo fotografiando a sus hijas desde todas las perspectivas que a su sucia imaginación se le ocurría, mientras soñaba con la pasta que sacaría cuando vendiera las fotos.
Hoy Inocencia se quiere morir. Va detenida camino de la comisaría por distribuir imágenes pornográficas de sus propias hijas en la red.
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Nota: las palabras resaltadas en negrita son de obligada inclusión en la convocatoria de este jueves.
¡Qué tía más repugnante!
ResponderEliminarQue asco de persona,pero las hay eso es lo mas triste.
ResponderEliminarabrazos
Creo que has dado con un personaje, no solo manipulador, sino que de entrada, incomoda por su actitud y asquea desde cualquier ángulo que se la mire... es decir, que has cumplido la consigna juevera a la perfección!
ResponderEliminar(lo más triste -en esto me quedo pensando- es que seres así no solo se hallan en un mundo de ficción, lamentablemente).
Besos!
Gaby*
No he podido evitar un sentimiento de profundo asco. Sé que al igual que las meigas, haberlas hailas, pero me resisto a creer tamaña perversión hacia las propias hijas.
ResponderEliminarEl nombre fenomenalmente bien puesto como contrapunto a su repugnante personalidad.
El relato, fantástico y muy apropiado para la dureza que nos requería Alfredo.
Un abrazo.
Tu relato nos pone en un tema repulsivo, y lo hace con habilidad, brevedad y suficiente claridad, como sentir rabia por el hecho y satisfacción por el final.
ResponderEliminarbesos
Increible; pero puede ser verdad, porque se oye cada cosa que nunca te podrías imaginar.
ResponderEliminarUn abrazo
Hacer perder la inocencia no es una inocentada.
ResponderEliminarA la cárcel con ella.
Mejor no escribo lo primero que me vino a la cabeza, no. mejor no.
ResponderEliminarEso no es una madre, es otra cosa.
Que impacto Mar.
Besos.
La fotografía tiene algo de voyeurismo, en este caso llega a la canallada. Desde el parapeto de una cámara a veces es posible convertirse en monstruo, en ausente indiferente o en maga, depende, la cámara es inocente.
ResponderEliminarLo que se dice tremendo, posible, horrendo.
Besitos.
SI SE TRATABA DE PONERNOS INCÓMODOS Y DE DARNOS ASCO... BIEN LOGRADO :D... CUANTOS CASOS ASI HAY... Y PEORES QUIENES PAGAN POR VER ESO. UN BESO Y BUEN FIN DE SEMANA
ResponderEliminar¿Inocencia?... que pena que haya gente que por una oportunidad de negocio sacrifiquen lo que debería ser lo más querido. Ya se ve que para ella no lo es.
ResponderEliminarYa te tenemos de vuelta :)
Besos!!
Lo peor de tu relato es que me creo que eso puede ocurrir, más con la crisis económica que ha llegado después de haber triunfado la crisis de valores ...
ResponderEliminarBesos.
Tratar de sacar provecho de la inmoralidad es una crueldad y si es una madre la protagonista, no encuentro la palabra justa en el diccionario , para tal aberración.
ResponderEliminarUn abrazo.
El título de MADRE le queda demasiado grande a este ser repugnante.
ResponderEliminarMe recorro el diccionario buscando un calificativo para esta clase de alimañas y no, no lo encuentro.
Besos
Inocencia se diría que murió...
ResponderEliminarUn abrazo.
lamentablemente hay personas como las de tu relato y que no le hacen honor al nombre!!!! ¡saludos Mar!!!
ResponderEliminar¡La madre que la parió!
ResponderEliminarDesgraciadamente esto la realidad supera a la ficción. Incluso en aberraciones así:(
Besos
Permiteme.
ResponderEliminar¡hija de puta!
Un abrazo Mar :)
Que la cuelguen.
ResponderEliminarMe has hecho saltar de la silla Mar. Ufff.
ResponderEliminarBesos!
Yo es que me quedo con el teclado congelado cuando leo estas atrocidades. Pero bueno, parece que iba de eso y en ese caso has conseguido que me entren ganas de encontrar a esa tipeja...
ResponderEliminarUn beso
Me gusta tu carácter. No se me habría ocurrido escribir algo tan desagradable y repulsivo como que una madre se aproveche de sus propias hijas para ganar un dinero sucio e inservible, porque seguro que esa madre no necesita el dinero para comer.
ResponderEliminarun abrazo escritora :)
Excelente tu relato ya que nos ha producido a todos lo que creo que pretendías, darnos asco y repugnancia de que puedan existir personas así, y por supuesto todos sabemos que las hay. Me ha noqueado porque al principio, y con ese nombre que le has puesto a la madre, no me esperaba el resultado.
ResponderEliminarUn beso
Inocencia, tenía poco de Inocencia. El texto tiene un corto pero sustancioso recorrido. Contemporiza y acaba molestando. De eso, se trataba,
ResponderEliminarBesos y gracias por estar.
Y pensar que hay madres que las venden o les venden para ese tipo de tareas...
ResponderEliminarNo sé, después de lo que ha pasado con la pequeña china que han "supuestamente" asesinado sus padres, no puedo ni comentar.
Un beso y un cafelito.
¡Que barbaridad! Me has dejado con la boca abierta. ¿Y pensar que hay madres que son capaces de hacer este tipo de cosas con sus propios hijos? Lo peor de todo es que encima lo hacen por dinero. Un dinero sucio, manchado... Uff, ¡que rabia me ha entrado! Buen relato. Menos mal que al final se hace justicia. Un beso.
ResponderEliminarLo malo es que hay más Inocencias perversas de lo que creemos.
ResponderEliminarVenderían hasta su alma.
Bss.