Imagen de Mónica
- No quiero salir de aquí. ¿Para que? ¿Acaso es mejor lo de ahí fuera? ¿Que voy a encontrar que aquí no tenga? No, no necesito nada ni echo nada en falta -se dice Neón para sus adentros.
Deambula por la estancia tranquilamente, tomándose su tiempo en mirar una vez más los detalles que la decoran: el pequeño helecho de la esquina, el cofre semiabierto que le hace las veces de escondite... Da media vuelta y con la cola agita, sin querer, el esqueleto que disfrazado de pirata con su parche en el ojo y con un garfio por mano, reposa en el fondo. La diminuta onda ha removido el agua y todos los pececitos del acuario suben en tropel hasta la superficie, por si es la hora de comer.
Neón los mira con sus redondos ojos y en su cara se dibuja una sonrisa de bonachón. Definitivamente no necesita nada más allá de esas cuatro paredes de cristal, por muy grandioso que sea el mar.
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