Mar




Una tarde de principios de diciembre, me encontraba en un centro comercial. Era una tarde bastante tranquila pues ni era hora punta ni habían comenzado las compras compulsivas propias de las fechas que se avecinaban. Había ido a comprar un regalo que, una vez pagado en caja, es el propio cliente quien se lo envuelve (hay que minimizar costes y maximizar beneficios, dice la biblia del buen empresario).

Me acerqué a la mesa donde estaban el papel de regalo y un despachador de cinta adhesiva (esa que todos conocemos como tesa-film), sujetos a la mesa con una cadena para que ningún malintencionado cliente arramblara con ellos. Así que dejé mi caja en una esquina de la mesa, corté (mejor dicho, mal corté porque la guillotina que caía sobre la bobina tenía de todo menos filo) el trozo de papel que necesitaba y empecé a envolverla.


Afanada como estaba en mi tarea, observé con el rabillo del ojo la llegada de una señora entrada en años, pero no demasiados, a la mesa. Iba enfundada en un anorak beige que le cubría desde las rodillas hasta las orejas. Se puso a coger papel para envolver unos regalos que yo no veía por ningún lado. Entonces, se dirigió a mi y a modo de justificación me dijo:

- Mire usted, el papel que estoy cogiendo es para liar los regalos que hace unos días compré aquí para mis nietos. Son seis, ¿sabe usted? y aproveché la promoción que hubo de hasta el 40% de descuento. ¿Usted no vino? Es que con los tiempos que corren, hay que mirar muy y mucho lo que uno se gasta.


Mientras me iba contando esto, el rollo de papel que llevaba liado era más grueso que el papel que quedaba en la bobina (que no era poco). Me volví hacia ella y con una sonrisa le respondí:


-No, no vine. Fíjese usted, te gastas una pasta en regalos y encima de todo te los envuelves tú. Ya les vale. Además el condenado tesa-film no hay manera de cortarlo como es debido.


-¡¡Aaaaah!! ¡¡El tesa-film!!, ¡¡qué se me olvidaba!!- exclamó la mujer, subiendo el tono.


Para mi sorpresa la buena señora empezó a cortar tiras de cinta adhesiva y a pegárselas en la parte delantera del anorak y añadió:


- Es que para lo que es, no voy a comprar un rollo de tesa-film. Como el anorak es sintético las tiras vuelven a pegar otra vez donde haga falta. No es como la lana, que hace pelotillas ¿sabe usted? Ya he terminado, hala, adiós.


De la sorpresa, pasé al estupor y del estupor al ataque de risa que, aunque a duras penas intenté disimular, estalló sin poder hacer nada por remediarlo. Y es que si no lo veo, no lo creo. A veces, el subrealismo de algunos directores de cine se queda en mantillas ante episodios como éste. Como decía nuestro hidalgo más universal a su fiel escudero: "cosas veredes, amigo Sancho".



NOTA: este relato es real como la vida misma, vivido en primera persona :)


Más relatos en casa de Dorotea
Etiquetas: |

12 comentarios:

  1. La verdad es que la vida para muchos, está "achuchadilla", pero vamos hasta ese extremo...
    Como bien dices, ni Berlanga lo hubiese mejorado.
    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Cuando agregas que el relato es bien real, el condimento del humor cobra relieve y nos hace brotar con asombro una sonrisa. 😃. Un abrazo Mar

    ResponderEliminar
  3. Muy chulo el texto. hay anécdotas graciosas que se recuerdan siempre, con una sonrisa, aunque en ese momento gracia, lo que se dice gracias, no haga mucha :-)

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Te creo, te creo... que yo lo he visto y se me queda una cara de gilipichi... porque lo hacen con tal descaro que yo, sinceramente, me maravillo.
    Un beso enorme.

    ResponderEliminar
  5. Ay, amiga, yo también la vi unos días después. Se había traído unos pequeños alicates y refunfuñaba porque el adhesivo se había cargado el brillo del anorak, así que venía a llevarse el rollo entero como compensación. No le gustó nada que sus alicates no pudieran con la cadena... Me ha gustado tanto tu anécdota que me ha salido un colofón de mentira. Gracias por participar y un abrazo

    ResponderEliminar
  6. Ya te digo yo que en la viña del Señor hay de todo ..y desde luego tuvo que ser una experiencia para ti ..Jaaaa la buena señora desde luego ahorrativa si era ..
    Gracias por compartirlo ..Un fuerte abrazo .

    ResponderEliminar
  7. Me imagino la situación descrita y me río. Hay personas con tal descaro que lo dejan a uno perpkejp, patidifuso y muerto de risa jaja.

    Besotes, me has alegrado el día

    ResponderEliminar
  8. Desde luego la buena señora se despacho a gurto,me has arancado una sonrisa al acordarme del regalo que le compre a mi sobrinilla en el carrefull, lo emvolví. yo mismo y olvide quitarle el precio. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Y yo me lo creo, si yo te contara...

    ResponderEliminar
  10. ¡Madre mía! Vaya situación más esperpéntica, almodovariana más bien. Imagino tu dificultad para no estallar en plena carcajada con el remate del rollo de tesa-film.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. El papel de regalo, las bolsas de plastico...pero lo del celo lo supera.Muy bueno, besos.

    ResponderEliminar

Gracias por pasar :)